Rutas saludables

CONTEXTO

Los últimos estudios (OCDE, 2017) señalan que alrededor del 16 % de las personas adultas españolas sufren obesidad, y que casi el 40 % presentan sobrepeso. Una mala alimentación, con un alto contenido en grasas y pobre en fibra, sumada a la falta de una práctica habitual de actividad física y de deporte, constituyen las principales causas de la obesidad y de las enfermedades crónicas asociadas. Por este motivo, es esencial que los gobiernos locales establezcan medidas preventivas. Se ha demostrado científicamente que practicar una actividad física con regularidad comporta numerosos beneficios para la salud física y mental, como una mejor calidad de vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda practicar a lo largo de la semana 150 minutos de actividad física de intensidad moderada, o bien 75 minutos de alta intensidad (OMS, 2010).

Leer +/-

Son muchos los factores que desempeñan un papel en la aparición de trastornos de salud mental, incluidos los de tipo social, psicológico y biológico. También contribuye a ello el ambiente en el que vivimos, en particular las características del entorno urbano. Realizar ejercicio físico ayuda a mejorar la salud mental. Asimismo, los espacios verdes y azules (ríos, lagos, mar), ya sea dentro o cerca de las ciudades, se han asociado con mejores condiciones de salud mental: menos riesgos de síntomas de depresión, angustia psicológica, etc.

Una de las herramientas para promocionar la salud en el entorno urbano consiste en establecer rutas saludables. Se trata de itinerarios adaptados a las personas con movilidad reducida u otros condicionantes -tercera edad, personas obesas o que sufran problemas cardiovasculares, etc.-, señalizados de forma permanente y destinados a realizar una actividad física moderada.

OBJETIVO

Actuar en el entorno de las ciudades para fomentar la actividad física y mejorar la salud física y mental de la población mediante el establecimiento de itinerarios saludables.

PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES

Diseñar una propuesta de rutas saludables a partir de las potencialidades existentes (caminos, equipamientos, espacios) y de los grupos objetivo, tanto personas usuarias en general como grupos con problemas o necesidades especiales.
Favorecer, siempre que sea posible, que las rutas transcurran por espacios verdes, en lugar de espacios construidos. Al respecto, las rutas pueden ser una excelente oportunidad para poner en valor y recuperar espacios naturales periurbanos.
Desarrollar el proyecto, desde el inicio, de forma conjunta con los grupos implicados: centros de atención primaria (CAP), diversas áreas del Ayuntamiento, personas usuarias y entidades de carácter local relacionadas con este sector.
Identificar y promover acciones complementarias que contribuyan a garantizar el éxito de las rutas: guiado profesional (CAP, Ayuntamiento, personal voluntario), actividades complementarias a lo largo de las rutas (visitas a lugares de interés patrimonial, equipamientos, huertos, etc.), entre otros.
Eliminar las barreras arquitectónicas, señalizar estas rutas y diseñarlas de modo que todo el mundo pueda acceder a ellas (desnivel, iluminación, sombra, distancia, etc.).
Conviene que las rutas partan de determinados equipamientos -como centros de atención primaria, centros de día, residencias geriátricas y centros cívicos- o pasen cerca de ellos, ya que de este modo se potencia su uso.
Dotar las rutas de elementos facilitadores y de mobiliario urbano apropiado, como espacios lúdicos para la gente mayor, bancos y fuentes.
Incorporar espacios verdes en estas rutas. Varios estudios avalan los beneficios de realizar ejercicio físico en entornos naturales dentro o cerca del ámbito urbano, como la recuperación y mejora de tramos del río Besòs; el recorrido conocido como «la ruta del colesterol»; o el proyecto «Vías Azules», que pretende conectar la totalidad del río Llobregat mediante caminos para recorrer a pie o en bicicleta.
La recuperación de entornos naturales en desuso cerca del ámbito urbano constituye una medida efectiva para fomentar la actividad física.
Informar a la ciudadanía de las rutas y facilitarle algunos consejos prácticos. • Desde los centros de atención primaria se debe prescribir la actividad física con fines terapéuticos y dinamizar, junto con el Ayuntamiento, las rutas saludables.