La transición democrática (1975-1979)
Durante los primeros años de la transición democrática (1975 -1977) se produjo un nuevo debate político alrededor de la posible desaparición de las diputaciones catalanas. El restablecimiento de la Generalitat de Cataluña el 29 de septiembre de 1977, después de las primeras elecciones democráticas en junio, y el retorno del exilio del presidente Josep Tarradellas, el 23 de octubre del mismo año, supusieron un giro fundamental para el mantenimiento de la Diputación de Barcelona, de la cual Tarradellas también fue presidente a partir del día siguiente. La combinación de las dos presidencias en la misma persona facilitó el cálculo político que proponía convertir la Diputación de Barcelona en la base estructural sobre la cual edificar el organismo autonómico restaurado. De hecho, la Diputación de Barcelona, como había sucedido durante los años iniciales de la Segunda República, aconteció el principal apoyo administrativo y económico de la Generalitat durante estos años de transición.
El pensamiento que sobreentendía que las diputaciones serían suprimidas o que, cuando menos, la Generalitat podría modificar el modelo territorial provincial no desapareció tan fácilmente una vez fue aprobada la Constitución de 1978. Igualmente, a pesar de que el Estatuto de autonomía de Cataluña, refrendado por el pueblo catalán el 28 de octubre de 1979, había descartado la desaparición de las provincias y la disolución de las diputaciones, las fuerzas nacionalistas cuestionaban su existencia. Con todo, poco a poco, se fue imponiendo el realismo ante unas diputaciones que no estaban sólo constitucionalmente en pie y democratizadas después de las elecciones de abril de 1979, sino que además tenían una solvencia económica contrastada. La Sentencia 28/1981 del Tribunal Constitucional puso punto final al mito de la supresión del ente provincial, y empezó el camino para redefinirlas y encajarlas en el urdimbre institucional de Cataluña como administración local al servicio de los ayuntamientos.
En este periodo, la llamada transición democrática, se volvió a poner de manifiesto el destacado patrimonio que la Diputación de Barcelona había acumulado a lo largo de su historia, especialmente en materia cultural y educativa. A modo de ejemplo, dependían de esta diputación centros como por ejemplo la Escuela de Tejidos de Canet de Mar, la Escuela Profesional de la Mujer, el Servicio General de Bibliotecas (que integraban la Red de Bibliotecas Populares y la Biblioteca de Cataluña), el Museo Marítimo, el Museo de Maricel, el Museo del Cau Ferrat, el Museo de Empúries, la Escuela del Trabajo, el Instituto del Teatro o la residencia de estudiantes Ramon Llull.
Palacio de la Diputación Provincial de Barcelona, c.1960. Autoría desconocida. Fondo: Diputación de Barcelona. (CAT AGDB R.3365)
Toma de posesión de Josep Tarradellas como presidente de la Generalitat de Catalunya y de la Diputación, 24/10/1977. Autoría: Eugenio. Fondo: Diputación de Barcelona. (CAT AGDB R30949-01)
Sesión Plenaria en el Palacio de la Diputación de Barcelona. En la mesa presidencial, el presidente de la Generalitat, Josep Tarradellas, y Lluís Sentís Anfruns, secretario general de la Diputación de Barcelona, 26/4/1978. Autoría: Eugenio. Fondo: Diputación de Barcelona. (CAT AGDB R33848)