Rafael Guastavino Moreno (1842-1908): maestro de obras encargado del diseño de la obra civil de la fábrica Can Batlló (1868), donde también fue el responsable de la chimenea. Proyectó también las fábricas Vidal e Hijos, en 1871; la de lanas Mitjans y Cía; y la de Martí i Rius, en 1872, así como los Almacenes Grau, en 1877, entre otras edificaciones. En 1880 construyó el teatro del centro cultural La Massa, de Vilassar de Dalt. Un año después emigró a Estados Unidos, donde logró una exitosa carrera profesional, que ejemplifican construcciones como la biblioteca pública de Boston o el puente de Queensboro de Nueva York, y patentó y difundió su gran aportación arquitectónica: la bóveda de ladrillo con la incorporación de hierro y cemento.
Joan Rubió i Bellver (1871-1952): arquitecto reusense, entre 1892 y 1905 trabajó con Antoni Gaudí, especialmente en la Sagrada Familia y la Colonia Güell. En 1915 fue contratado por la Diputación de Barcelona. En 1922 se convirtió en arquitecto de los Servicios Generales y Beneficencia de la Diputación. Durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) fue el arquitecto oficial de la institución presidida por el conde de Montseny, cargo que prolongó durante la etapa de la Segunda República, entre 1931 y 1936. Durante los primeros años de la dictadura franquista continuó siendo el arquitecto de la Diputación de Barcelona hasta su jubilación en 1945. Entre 1923 y 1930 habilitó, dentro del recinto de la Escuela Industrial, el Edificio del Reloj para la Escuela de Ingenieros Industriales, convirtió la Escuela Superior de Agricultura en la Residencia de Estudiantes y construyó los cuatro edificios de laboratorios sobre el antiguo sótano de telares. También amplió la Escuela del Trabajo y proyectó la Escuela de Bells Oficis.
Fèlix Cardellach i Alivés (1875-1919): ingeniero barcelonés, autor del anteproyecto de Escuela Industrial de 1904. Fue profesor de Estereotomía en la Escuela de Ingenieros Industriales de Barcelona; y posteriormente de Geometría descriptiva, perspectiva y sombras, en la Escuela Superior de Bells Oficis de la Mancomunitat de Catalunya, y profesor de Matemáticas en la Escuela Elemental del Trabajo.
Bonaventura Conill i Montobbio (1875-1946): arquitecto barcelonés, fue vocal patrón de la Escuela Industrial. Colaboró profesionalmente con Antoni Gaudí y Josep Puig i Cadafalch, y construyó varias casas en Barcelona, muchas de ellas de segunda residencia a lo largo de la capital catalana. Fue el autor de la primera reforma arquitectónica de la fábrica Can Batlló durante la primera década del siglo XX con el fin de convertirse en un recinto educativo de formación técnica e industrial.
Jeroni Martorell i Terrats (1876-1951): arquitecto municipal de Granollers, entre 1905 y 1907, y de Calella, entre 1925 y 1951. Desde 1915 y hasta su muerte fue el director del Servicio de Catalogación y Conservación de Monumentos. En el recinto de Can Batlló construyó la Escuela de Adoberia, también llamada Tenería.
Lluís Planas i Calvet (1879-1954): arquitecto barcelonés, colaboró en el despacho profesional de Josep Puig i Cadafalch. La mayor parte de las obras de acondicionamiento y restauración del recinto Can Batlló realizadas durante la presidencia de Prat de la Riba al frente de la Diputación (1907-1914) y durante la Mancomunitat de Catalunya (1914-1923) son obra suya, entre ellas la reforma del edificio El Rellotge.
Josep Goday i Casals (1882-1936): arquitecto nacido en Mataró. Desde 1913 hasta su muerte, fue arquitecto municipal de Barcelona. Participó también en diferentes obras de la Casa de Maternidad y Expósitos. En el recinto de Can Batlló proyectó la Escola del Traball.
Francesc de Paula Nebot i Torres (1883-1965): arquitecto barcelonés. En 1911 se convirtió en profesor de dibujo; construcciones rurales; jardinería y geometría descriptiva, de la Escuela Superior de Agricultura. Fue también vocal técnico del Consejo de Investigación Pedagógica de la Universidad Industrial y acondicionó su sede en Can Batlló.
Manel Baldrich i Tibau (1911-1966): arquitecto de origen tarraconense. En 1945, después de la muerte de Joan Bellver, fue nombrado arquitecto provincial de la Diputación de Barcelona. Proyectó y dirigió el complejo asistencial de los Hogares Mundet entre 1953 y 1960. Durante la década de 1960 construyó nuevos edificios en el recinto de Can Batlló, entre ellos la piscina de Sant Jordi y la ampliación de la Escola del Treball y de los talleres de la Escuela de Artes y Oficios.